El Fintech o tecnología financiera, herramienta que mejora, centraliza y automatiza el uso de los servicios financieros, es una de las ramas punteras en el sector del high-tech israelí. Según un informe de Israel Securities Authority (ISA), en julio de 2022 existían en el país unas 550 compañías en el sector, un porcentaje elevadísimo en proporción a la población de Israel. 

Una de las principales preocupaciones expresadas en el informe era que la mayoría de estas empresas no operaban sus servicios en Israel. El motivo: la alta concentración de la propiedad del sector bancario y financiero que, además de contar con sus propios sistemas de Fintech, obstaculizaban la entrada de competencia directa. Por ello, las tecnológicas israelíes especializadas en ciberdefensa financiera, prevención del fraude, inversiones o comercio electrónico comercializaban sus soluciones en el extranjero. Una situación que según la ISA restaba competitividad al sector y veía reducida su aportación a la economía nacional. 

Para Nir Netzer, director de la asociación Fintech-Aviv, existe una pugna entre el grupo de reguladores y los operadores tradicionales de banca, y los elementos disruptivos que fomentan cambios drásticos. Un claro ejemplo es el mercado de criptomonedas como alternativa financiera, el cual, por ejemplo, pese al retiro de Rusia del sistema SWIFT, facilitó a ciudadanos rusos a extraer y recolocar fondos mediante criptomonedas o redes de pago alternativas. 

En respuesta al crecimiento de nuevas herramientas financieras de difícil control y regulación, las autoridades de Israel iniciaron un proceso de cambios legislativos para incentivar el desarrollo y el uso de nuevas aplicaciones. Las medidas promovieron principalmente la competencia a través del desarrollo de sistemas de gestión integrada de información (open banking) y el  lanzamiento de fondos públicos de financiación para la generación de un ecosistema alternativo, diverso y altamente personalizado. 

Inicialmente, el open banking (gestión conjunta de big data de los clientes del sistema financiero) solo estaba al alcance de un grupo reducido de empresas dedicadas al mercado de las tarjetas de crédito y reguladas por el Banco de Israel. Por ello, la Knesset aprobó en 2021 una ley para extender el open banking a otros proveedores de servicios financieros. La medida entró en vigor en junio de 2022, y desde entonces las entidades están obligadas a dar acceso automatizado a la competencia a información de sus clientes, como el balance de cuenta corriente, las transacciones, los créditos, los depósitos, los ahorros, las inversiones, entre otros. 

La aceptación del open banking por parte de los reguladores ha alentado el surgimiento de muchas compañías de Fintech que buscan colaborar con los bancos, en lugar de sobrepasarles. Según Netzer, buena parte del éxito de estas empresas se centra en la aportación de servicios a la banca en lugar de apostar por la disrupción. “Hay que imaginarse hacia dónde se dirige el mundo con el término finanzas integradas y encontrar soluciones tecnológicas conjuntas basadas en la big data, que nos ayuden a gestionar correctamente los nuevos riesgos para las empresas involucradas en negocios transfronterizos”, concluyó Netzer. 

Como consecuencia, hasta finales de abril de 2023, el ISA ha concedido ocho licencias de open banking en Israel, varias de ellas a compañías de Fintech nacionales; y se encuentra en proceso de aprobación de nuevas autorizaciones para lo que queda del año. Por ello, las expectativas para 2024 se centran en el lanzamiento de nuevos servicios y productos financieros más modernos y mejor integrados, lo que generaría según una verdadera revolución en la reducción de riesgos, así como la aparición de una nueva generación de productos financieros. 

A diferencia de otros sectores de high-tech, en los que Israel es puntero a nivel mundial, en Europa la actualización de la regulación competente sobre los servicios de pago para el mercado interior registrada desde 2015 ayudó a transformar al continente en un semillero de actividad Fintech focalizado en el open banking, el PSD2 y la banca transaccional. Dicha situación se tradujo en una importante optimización de riesgos operacionales y una buena aceptación por parte del público a que actores no financieros vendan soluciones financieras. 

Diferentes expertos consultados esperan que el periodo 2023-2026 sea determinante en la aparición de un nuevo sistema financiero de riesgo integrado, que incluya de manera segura y confiable tanto a las criptomonedas como a los nuevos actores transfronterizos que irrumpan en el mercado. 


Carlos Benzaquen es Director de Ardup Corporate Managent. © 2023 ARDUP Corporate Management (ACM) – Todos los derechos reservados.